Jesús Acosta Varo: un profesional de la salud, buscador apasionado de esas verdades y de esos valores que brotan de las raíces profundas de nuestro patrimonio cultural.
José Antonio Hernández Guerrero
Si observamos las expresiones de Jesús Acosta, si nos fijamos en el tono de sus palabras y, sobre todo, si contemplamos las actitudes que adopta ante los comportamientos de sus interlocutores, llegamos a la conclusión de que es un médico y, más concretamente, un especialista en neurología. No necesitamos repasar sus diversos títulos académicos ni siquiera comprobar su amplio currículo profesional para percatarnos de que la función que ejerce en nuestra sociedad es la de poner a punto ese complejo sistema que orienta, dirige, coordina y estimula el funcionamiento de nuestros órganos vitales y nuestras relaciones con la sociedad y con la naturaleza.
Por eso no nos extraña el rigor con el que interpreta el sentido del dolor del cuerpo y del sufrimiento del espíritu, la delicadeza con la que expone las raíces profundas de los temores y de las esperanzas y la claridad con la que explica el funcionamiento de los motores biológicos de la vida y la muerte. Si sus palabras alcanzan “efectos terapéuticos” es porque, antes de prescribir fármacos, nos escucha, nos mira y nos atiende para lograr penetrar en el fondo íntimo de cada una de nuestras dolencias y en las razones profundas de nuestras preocupaciones.
Jesús parte del supuesto de que los enfermos somos, si no los únicos, los principales artífices de la evolución de nuestras enfermedades. Por eso, convencido de que la índole y la gravedad de las afecciones se reflejan, sobre todo, en la mirada, él se fija detenidamente en las expresiones de los rostros.
Incansable luchador por la libertad y encarnizado crítico de cualquier ideología totalitaria, este profesional de la salud es un buscador apasionado de esas verdades y de esos valores que brotan de las raíces profundas de nuestro patrimonio cultural, de las fuentes de la racionalidad y que, en consecuencia, constituyen los fundamentos sólidos de la dignidad del ser humano. Jesús es un luchador tenaz y un investigador infatigable que penetra en las raíces íntimas –biológicas y mentales- de las vivencias más humanas.
En alguna ocasión he advertido cómo, con el fin proporcionar no sólo el bienestar físico, sino también la tranquilidad espiritual, presta especial atención a los cambios que, a lo largo de la consulta, experimentan las expresiones de los pacientes. No es extraño, por lo tanto, que, además del ejercicio de la Medicina, cultive las bellas artes como imprescindible ayuda para “vivir la vida” en el más amplio e intenso sentido de esta expresión.
Su trayectoria médica, orientada por su lúcida inteligencia, por su fina sensibilidad y por su entrañable cordialidad, constituyen la ilustración de la aristocracia de su espíritu y de la llaneza de trato: dos rasgos complementarios que concurren y se armonizan en una rara simbiosis que –a mi juicio- más que de la herencia biológica, es fruto de un permanente esfuerzo personal.
8 comentarios:
Muy Buenas;
Por casualidad he dado con esta página web donde he podido observar que se alude al Dr. Jesús Acosta Varo de una manera que percibo que es de reconocimiento a su labor.
Pues bien, para mi este señor no es más que un impresentable , cuya práctica médica dista mucho de ser admirable, al menos con mi experiencia, ya que poco más ha hecho en mi caso que colgar el télefono de forma mal educada, mandar cerrar la boca a pacientes y preocuparse bastante más por la jurisprudencia y temas varios que por la verdadera ayuda a una de sus enfermas.Eso si, despues de haber cobrado 50euros por mandar un medicamento sin realizar las comprobaciones oportunas ni antecedentes, dar recomendaciones sobre la asistencia a profesionales , según parece "amigos de el", no relacionados con la medicina y transmitir consejos pintorescos sobre su filosofia de vida que son mas parecidos a comentarios de tertulia de barrio que a los que se espera que de un profesional de la medicina.
Baso estas afirmaciones en el trato que ha tenido con pacientes pertenecientes a la tercera edad, concretamente mis padres , perdida de formas y maltrato verbal que propicia , acompañado todo esto de un afán de protagonismo y superioridad que a mi juicio nada tiene que ver con la práctica de un buen profesional.
En mi caso el "buen" Dr. no ha sido capaz ni de dar una contestación a la compatibilidad de un tratamiento (cipralex)que él mismo recetó a una paciente a la que acto seguido le dio la dirección de una psicologa conocida suya (100 euros entre los dos por dar los consejos que cualquier crio de 10 años daria a un entrañable abuelo)...compatibilidad con una planta medicinal como es el "hipérico" cuyo principio activo es la hipericina , muy usada en la disciplina médica que este hombre practica, aludiendo su desconocimiento sobre que era el hipérico,-"¿hipérico? ¿y eso que es ?"- exclamó.
Pues bién una vez dicho esto , agradecer sin más la atención prestada y la posibilidad que me prestan de dar a conocer hechos que pueden dar una idea bajo la óptica de una experiencia personal que ciertas personas en ocasiones no son lo que aparentan.
Al parecer, 9 años después de su comentario, todo sigue igual. Tras una pésima experiencia con dicho "profesional", queriendo saber si el trato recibido recientemente por parte del Dr. Acosta es el habitual, o fue fruto de algo personal, busco reseñas y opiniones y doy con este blog. Sin duda, no podría usted haber resumido mejor mi visita.
En este caso, los pacientes no eran mis padres, sino yo, pero ellos estaban presentes como mis acompañantes. El trato desagradable y poco profesional lo recibimos los 3 nada más entrar, con el respetuoso saludo de: "Pero vamos a ver, ¿quién es ____? ¿Cómo permite que le acompañen sus padres?" para acto seguido pasar a preguntarle a ellos si se acompañan el uno al otro cuando van al médico, pues al parecer es algo extraño, inadecuado y perjudicial, digno de ser juzgado y criticado. Imagino que la misma crítica se la habrá hecho a todos los pacientes que entraron en la consulta acompañados, y que lo haga cada día, aunque me resulta fascinante que no se haya cansado de hacer ese reproche con los años que debe llevar trabajando.
Tras una "historia" que deja mucho que desear, sin ninguna exploración, haciendo comentarios "jocosos" de mal gusto, irrespetuosos, completamente fuera de lugar sobre las profesiones de los 3 -y mostrando mucho más interés en ello que en mi historia- tiró por tierra el diagnóstico previo que me había realizado un compañero, al que él llama amigo, diciendo que cualquiera con acceso a Internet podía ver que era erróneo, y me animaba a entrar en una página web a comprobarlo, pues según él: "si te hubiese dicho que tenías una torcedura de tobillo, ¿también le hubieses creído?"
Primera vez que un médico afirma que un diagnóstico que puede realizarse uno mismo a través de Internet tiene más valor y fiabilidad que el de un profesional de la medicina. Eso sí, casualmente, también me recomendó a una psicóloga que conoce. Imagino que será la misma.
Si como comenta el autor del post, el Dr. es experto en analizar miradas y cambios en el rostro para proporcionar tranquilidad espiritual mediante palabras que "alcanzan un efecto terapéutico", llego a la conclusión de que el Dr. ha debido confundir mi rostro de indignación y estupefacción con el de una persona serena y tranquila. Pésima experiencia que no tengo intención de repetir.
Despues de leer los dos comentarios, se me han quitado las ganas de ir al medico.
Pues totalmente de acuerdo con ustedes, de profesional tiene bien poco, es un impresentable, un prepotente y muy desagradable , brevemente os explico q mi consulta con él también fue por mi padre ya mayor q padece una enfermedad mental y después de unas pruebas a las q dicen que están bien ( luego volvimos a otro especialista y nos dijo que mi padre había tenido varios microinfartos cerebrales ) ,eso es estar bien para él, le receta un médicamento al q le pregunto si hace el favor de decirme para que sirve y me responde que no le da la gana q el es el medico y es su criterio y que punto, que no tenemos porque saberlo , mis oídos no daban crédito lo que oía, apto seguido me voy al centro donde trabaja que en en Chiclana en Viamed y le pongo una reclamación donde me dicen que ya tiene muchas por falta de ética profesional y faltas de respeto y demás, le digo antes de marcharme que si no me dice ni me atiende no le pago la consulta y dice el que se la tengo que pagar como sea y obliga a mi madre a que la pague( yo mientras estaba poniendo la reclamación sino os aseguro no la cobra). Pues si este señor es así no entiendo como no se ha jubilado ya que hacia tiempo debería haberlo echo con lo mayor que es.
Pues a mi me parece un profesor de Universidad durante mucho tiempo y un enorme cúmulo de méritos, aparte de enorme cantidad de pacientes beneficiados de su actividad.
Fabuloso. Sencillamente fabuloso. Lo que me traia años sin saber, en una consulta se resolvió. Y un trato cercano y amable.
Es muy bueno. Gran experiencia y ha estado en muchísimos puestos científicos de altura.
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